Cuando “entras” a un nuevo equipo , casi siempre el trabajo lo enfocas a
nivel técnico y táctico en función de cada edad. Y si encima vas a entrenar en
un sitio que nada tiene que ver de donde venias, te encuentras una realidad que
sorprende en algunas cosas como positivas y en otras a mejorar. Pero lo que si
que tengo comprobado es que la incidencia en el trabajo mental, de
concentración es esencial en la mejora y
rendimiento tanto individual como de equipo.
Los equipos femeninos, de por si más complejos de gestionar, este tema toma
especial relevancia. Unir que las jugadoras sean competitivas, con el que
acepten ese trabajo mental, que no es otro que la adaptación a distintas
situaciones adversas, sin excusas, sin quejas, sin aspavientos, sin el padre o
la madre influyan como hacen habitualmente de una forma indirecta, requiere su
tiempo, pero ante todo metodología y decisión.
Todos los clubs, los padres y madres te piden ese trabajo mental por que
saben que es importante. La vida va a ponerles muchas barreras que van a tener que afrontar y gestionar. Todos
sabemos la importancia de la actitud ante situaciones de contrariedad. Pero
cuando la exigencia de los entrenamientos va subiendo, algunas jugadoras incapaces
de gestionar esos momentos, tienden a protegerse. Aparece el gesto de
desaprobación, de impotencia, la queja, y aparecen los primeros síntomas de
desconfianza desde “arriba”. Ver a las
niñas con frustración y que están buscando el camino para gestionar esos
momentos, no es tolerado por los padres que quieren una felicidad absoluta. Ver
llorar, enfadarse, entristecerse les influye de tal manera que descargan esa
sobreprotección hacia el entrenador como culpable de que su hija viva esos
momentos.
Para mejorar como jugadora es imprescindible pasar esta fase, hacerse dura
ante las situaciones difíciles, aprender a reaccionar cuando las cosas no salen
bien, sobreponerse a la dificultad en definitiva.
Situaciones donde creo que las jugadoras tiene que mejorar el nivel de
concentración:
-
Situación
de vestuario antes del partido. Concentración durante el cambio de ropa.
-
Situación
de pre-partido en pista. Visualización de situaciones, pensar en lo importante
recalcado durante la semana. Trabajo interno
-
Saltar
a la pista y aislarse de factores externos. Solo sirven los “imputs” de pista, y de los técnicos
-
Después
de error ofensivo, no acumular otro error en defensa por estar pensando en el
primero. Capacidad de seguir trabajando. El error es parte del juego.
-
Si estas
en el banco. Capacidad de resiliencia = Salir con concentración en cualquier
momento que te requiere el entrenador.
-
No
justificar tu error de juego con una excusa.
-
Sobreponerse
a errores consecutivos de acciones de tiro.
-
Aprendizaje
de gesticulación no verbal que ayuda la imagen de concentración.
-
Ante
una corrección del entrenador, fijarse en el fondo más que en la forma.
Hay más situaciones que sean concluyentes, pero para mi esos factores son
imprescindibles para que la jugadora mejore su nivel de concentración que
influirá en el trabajo técnico táctico.
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