"Si dejas de aprender, dejas de enseñar" (Joan González)

2014/08/20

LA PROFESIÓN DE SER ENTRENADOR Y EL PLACER DE SER ENTRENADOR


Viendo como están algunos de mis amigos y/o compañeros de baloncesto,  en que su profesión es la de ser entrenador de baloncesto, a cualquier nivel desde EBA hasta ACB, es decir, que viven de ello, que sus ingresos para subsistir se basan en el sueldo que les reporta esta profesión, me ha hecho valorar algunas cosas importantes desde el punto de vista de ser entrenador y también a nivel personal.

Hace poco un compañero de profesión,que su profesión es ENTRENADOR, Y encontré haciendo vacaciones, me dijo una frase que resumía muy bien cual es ahora la situación de los entrenadores.

“Joan: La situación es la siguiente, donde tu tienes un sitio para entrenar, hay 250 que optan a ello, y por la puerta solo pasa 1”.

Esta frase me ha hecho reflexionar mucho, por que si reflexionamos bien en ella está toda la problemática que se esconde detrás de un contrato para entrenar un equipo profesional. Repito básicamente desde EBA a ACB con sus diferencias salariales.

La verdad es que acaba pasando lo siguiente: Entrenadores que entrenan gratis, por que prefieren no cobrar nada y así darse a conocer y buscar posteriormente un contrato. Entrenadores que han estado en la elite y que entrenan por poquísimo dinero...Y así vayan buscando diferentes opciones que pueda llegar a su imaginación. Y no me vengan con el mínimo salarial de la ACB...Básicamente estoy hablando de entrenadores que están en LEBs, EBAs, y otros dejando sus maletas en diversos rincones del mundo, en busca de un contrato
Entonces la pregunta es obvia. ¿Llegan los mejores entrenadores a los equipos, si los clubes basan su criterio exclusivamente en un tema económico?
¿Qué llegan a hacer algunos entrenadores para llegar a entrenar a un equipo profesional?
¿Qué relaciones de corporatividad esperamos que haya en nuestra profesión?

Este mismo amigo me decía: “Joan: Tu tienes suerte, trabajas en otra profesión y entrenas como segunda “profesión. No dejes de hacerlo. Este mundo es muy inestable”.

Es verdad, es nuestra segunda profesión, y el dinero que recibimos a cambio de entrenar es una  gratificación, que los que llevamos años sabemos que nos ocupa casi tanto tiempo como la principal profesión que ejercemos. Sabemos que las horas libres, los fines de semana, estamos “hipotecados”, pero como somos unos amantes de esto que engancha tanto y se llama entrenar, lo hacemos y no pensamos en sus defectos, sino en todo lo que nos reporta emocionalmente...que para mi, y creo que a casi todos, es mucho.

Los que “picamos piedra”, tenemos una pequeña ventaja sobre los profesionales, si nos echan fuera, o si por circunstancias diversas hemos de dejarlo, nos puede doler mas o menos, pero mayoritariamente tenemos un plato en la mesa. Pero lo que realmente me preocupa es ver como entrenadores sufren ante la posibilidad de un despido por diferentes situaciones, económicas, de relación con directivos, etc... etc...

Mis preguntas son: ¿Cómo entrenan estos entrenadores?, ¿Cuál es su nivel de ansiedad?, ¿Qué libertad tienen para situarse delante de doce jugadores? ¿Qué profesionales los contratan...profesionales he dicho?? ¿Les pagaran el siguiente mes, o entraran en deuda ya en el segundo o tercer mes de trabajo? ¿Y si protestan?. Ya saben que hay 200 esperando para entrar y algunos sin cobrar...Os imagináis el nivel de estrés que eso conlleva?

¿Quién quiere ser entrenador en esta situación? Es una pregunta abierta, yo tengo mis propias conclusiones al respecto, pero lo que si os puedo decir es que prefiero entrenar con la libertad de saber que no dependo de esto, ni yo ni mi familia. Que en la distancia es muy bonito sólo dedicarse a entrenar, pero que la realidad es muy distinta. Que hay una imagen equivocada, de cómo es el día a día de un entrenador profesional, donde su espacio vital se empequeñece y acaba dedicando física y mentalmente un 90% a esta actividad. Donde las relaciones con el exterior muchas veces son interesadas. Donde seguramente, no pueden ni deben, decir lo que piensan en un entorno complejo...Y muchas cosas mas que sólo ellos saben.

Una cosa es el placer de ser entrenador y otra muy distinta tener como profesión ser entrenador de baloncesto.

Un homenaje a todos estos entrenadores, que aun con esas dificultades, reciben una llamada, cogen la maleta y van a ejercer lo que para ellos es su pasión, que han convertido en profesión. Les dejaran ejercerla?