Hoy me he enterado de que Ferran Peña y
Jacob Raurell, ya no serán seleccionadores infantiles de Catalunya. Ferràn
después de 10 años y Jacob después de 6 años, ejerciendo este cargo.
A Ferrán lo conozco hace muchos años
del mundo del baloncesto, y particularmente lo recuerdo entrenando al San Josep
i al Vic, (entre otros) enfrentándonos y consiguiendo que ahora mismo no
recuerde ni un solo resultado deportivo y si nuestra amistad y respeto como
entrenadores.
Jacob fue mi ayudante en el UE Mataró
cuando conseguimos ser campeones del Grupo EBA C, ahora hace 6 años. Tanto él
como su mujer Esther (que también era ayudante), me dieron una lección de cómo
deben ser dos ayudantes, de esa capacidad de comprensión y sentirte arropado en
todo momento.
He tenido el gran privilegio de conocerlos,
y he tenido la gran suerte de que me llamaran para que les ayudase en la
preselección infantil ahora hará tres años. Los he visto trabajando, los he
visto relacionándose con los jugadores, los he oído dando esos consejos
impagables a las jóvenes promesas. Les he visto sufrir dando la lista
definitiva de los elegidos. Les he visto emocionarse con su trabajo como
entrenadores.
Si algunos jugadores leen esto ahora,
sabrán de que estoy hablando y seguro que recordaran las sesiones de
entrenamiento como algo mas que un aprendizaje técnico o táctico. Sabrán
entender que detrás de estas lecciones de baloncesto que han recibido, había
algo mas importante. Enseñar como enfrentarse a las dificultades, como
afrontarlas y como superarlas. Y no solo desde una vertiente deportiva, sino
humana. Han sido capaces de exigir y a la vez comprender. Han sido capaces de
elegir y al mismo tiempo respetar. Han sido capaces de equilibrar a un grupo, por encima incluso de su visión individual,
por el bien de la selección infantil catalana.
Una de las cosas que me impacto cuando
estuve con ellos, es la capacidad que tienen para positivar a cualquier
jugador, de ver sus puntos fuertes y trabajar los débiles des de el refuerzo
positivo, desde el respeto al jugador por lo que es.
Han guardado las medallas y han dado la
espalda al divismo del que algunos presumen, han decidido mostrarse tal como
son, personas del baloncesto,
profesionales entregados a una pasión. La pasión de entrenar!!!!
Algunos de esos jugadores que han
pasado por sus manos, si llegan a la élite como jugadores, sabrán reconocer
estos consejos y a los que no llegaran sabrán valorar la gran oportunidad que
tuvieron de ser unos privilegiados por tenerlos como entrenadores.
Desde este pequeño espacio, mi total reconocimiento
Un aplauso a ti Ferran y a ti Jacob