"Si dejas de aprender, dejas de enseñar" (Joan González)

2017/06/05

FIN DE TRAYECTO





No es fácil valorar una etapa globalmente  con dos equipos tan distintos, de un mismo club como son el pre-infantil i el cadete femeninos.
Si algo me caracteriza en mi vida profesionalmente como entrenador de baloncesto  (y no digo que esto sea bueno), es que al final siempre se me quedan los buenos recuerdos, las imágenes positivas, de esfuerzo colectivo, de unidad de grupo, aunque los resultados hayan sido más que buenos como ha sido el caso de esta temporada.
Cuando llegué vine cargado de ilusiones,  a pesar del esfuerzo en todos los sentidos que suponían los trayectos de 206kms cada vez que venia a entrenar. En total 89 entrenamientos, 18000kms…y unas 210 horas de entrenamiento y otras tantas de partidos. Sólo he faltado a un entrenamiento, la salud me ha acompañado.

Me encontré con un director Técnico Jordi Acero, que ha sido capaz de acompañarme ente proceso durante todo el año, apoyándome, cambiando partidos en las coincidencias y hacerme la vida más fácil. Siempre es importante encontrarte personas así a tu lado. Me encontré con jugadoras con distintos niveles, distintas motivaciones e intereses, pero que poco a poco fuimos creando dos grupo de trabajo distintos, pero adaptados  cada tipo de juego y competición. Han sido capaces de adaptarse y salvo raras excepciones, la estabilidad de compromiso en los entrenamientos ha sido muy alta y hemos podido realizar entrenos de calidad.
Pero mi ilusión como entrenador no es lo que he contado. Mi gratificación es ver el aprendizaje de las jugadoras individualmente y como grupo. Verlas “crecer” también en lo personal i compartir sus días de alegrías que han sido la mayoría y algunos días malos. Ver como ríen, lloran, juegan, se relacionan, se divierten, se enfadan y compiten, y encima este año con muchas victorias que ha reforzado al grupo. Eso es lo realmente importante  para mi…haber vivido esos momentos que siempre quedaran entre nosotros.

“Lo demás” ahora…no me interesa, y los entrenadores sabemos que quiere decir esa palabra, y lo que implica a todos los niveles. Y no es negativo, simplemente es así. Con el tiempo se aprende a convivir con ello, aunque algunas cosas me sorprendan a pesar de llevar 30 años entrenando.
Ahora que me quedan dos semanas, quiero despedirme agradeciendo  al Vedruna Palamós su confianza en mi, y en especial a Jordi Acero y Carmina Ontiveros, las dos almas de este proyecto. Encontraré a faltar muchas rutinas, como la de pasar por  el mar cinco minutos antes de entrenar, mis cenas en el bar Mònica con Jordi i Enriqueta, a Martí i  Iolanda, que el baloncesto nos ha unido como amigos, mis paseos con mi mujer por “mi” pueblo Palamós, y de verdad, muy sinceramente a aquellos padres que han confiado en mi, a los que han respetado mi trabajo, mas allá de lo personal.

Un abrazo Palamós


2 comentaris:

  1. Impressionant lo que has fet aquest any. L'esforç que has dedicat a viure el bàsquet al teu "poble" segur que t'ha recompensat tots els trajectes i les hores dedicades a aquestes noies,
    I segur que t'ho han agraït moltissim.
    Felicitats per començar i sobretot acabar i acabar bé una temporada d'aquestes caracteristiques.

    ResponElimina
  2. Doncs si. Aquest esforç s ha vist recompensat per la millora de les noies i sobretot com han agrait la dedicacio. Gracies pel comentari

    ResponElimina