Los entrenadores vamos “viajando” de un
sitio a otro. Unas veces tardas mas tiempo
y otras menos. Cada etapa es distinta, como cada club y destino, es
también diferente.
Es estos viajes conoces
muchos tipos de personas, de jugadores,
la mayoría interesantes, otros no tanto, pero te sirven de referencia y experiencia para cuando empiezas
un proyecto, intuir quien esta mas cerca de ti y quien menos. Aunque la vida te
sorprende.
El entrenador ya no sólo
entrena, gestiona y en eso tienen mucho que ver como nos sentimos de seguros
nosotros mismos. Controlar lo que depende de ti (gran frase de Xavi Pascual,
que también lo es de muchos otros entrenadores) y no tener en cuenta las cosas
de las que tu no tienes poder para
solucionar.
Decía Ricards Casas y Xavi
García, que lo mejor que puede hacer un entrenador es trabajar para ser cada
dia mejor entrenador...Con respecto a quién? A él mismo por supuesto. Tu propio
YO con mayúsculas es lo que tienes que trabajar.
Y digo esto por que los
entrenadores no podemos dejar de ser quienes somos, como somos, en función de
donde entrenamos. Tu vas con toda tu mochila de tu poca o mucha experiencia,
con tu bagaje a entrenar, donde te valoren, con el fin de que los jugadores
aprendan baloncesto en su dimensión más amplia y eso depende de tu capacidad de
ser capaz de ser amplio en tus conocimientos.
ENTRENAR no es sólo un hábito para muchos de los
entrenadores que conozco, para algunos se ha convertido en una necesidad, y
ésta no es buena para una dinámica de equilibrio de uno mismo.
ENTRENAR es enseñar, los
gestos técnicos, la táctica intrínseca
de este deporte, pero también es enseñar a interpretar, no basta con saber
tocar el piano, te has de mostrar en escena, has de hacer aflorar todo tu interior
y transportarlo a tus manos, a tus dedos para que esta música suene mejor, por
que hay algo que no podemos enseñar pero si influir en los jugadores y es la
emoción que ponen en sus gestos y su aprendizaje. Por lo tanto ENTRENAR es
saber captar todo el potencial de un jugador y hacer que salga desde su Yo más
íntimo y escondido, y exportarlo mostrándolo
al equipo, como función de solidaridad.
No hemos de ENTRENAR por
nosotros sino por ellos/as.
Y eso no puede ser una
necesidad. Tiene que ser un compromiso que tienes tu con este deporte, aunque
el “marcador se te ponga en contra durante el partido”, siempre hay tiempo.
Entrenarse para entrenar, es saber donde tienes que mejorar, que aspectos has de trabajarte para ser mejor como autoresponsabilidad. Los grandes entrenadores, son grandes comunicadores, por su lenguaje verbal, por su lenguaje corporal, o por ambas a la vez, pero son capaces de comunicar y que el mensaje sea visto en el parquet. Es por eso que hemos de entrenar no porque nos oigan los demás, sinó porque nos escuchen los que pisan la pista, me refiero a los jugadores, claro!!!
ENTRENADOR, ENTRENATE PARA
ENTRENAR
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