Cuesta entender la decisión de no
renovar a Pedro Martínez por parte de la directiva del “Granca”.
Era sabido por “radio macuto” el
distanciamiento que había entre él y una parte de la directiva por aspectos que
nada tenían que ver con lo deportivo, aunque estos han acabado por influir en
el parquet.
Pedro llevaba tres años en Granca y los
resultados han sido muy buenos deportivamente. Ahora claro, saldrán las
miserias hacia el entrenador para protegerse y asi quedar bien con los aficionados.
Un sector de prensa ya se encargará de ello.
Pero mi reflexión es para los
entrenadores que están en ligas de “picar piedra”, y donde esto que le ha
pasado a Pedro, sucede muy cerca nuestro y de manera continua. Esta claro que
si estas cosas son capaces de influir en nuestro baloncesto profesional,
imaginaros como pueden darse en el baloncesto amateur, y que dejan a
entrenadores sin entrenar. Relaciones conflictivas con familiares en la directiva, de jugadores, enfrentamientos entre directores técnicos,
coordinadores y entrenador, que para salvar el “sueldo”, largan al que esta por
debajo, padres de clubes que “inciden” en las directivas (ya me entendéis) y condicionan los
fichajes de entrenadores, y un largo
etc... de desagravios que acaban con la ficha de este entrenador, en la basura
de la Federación correspondiente.
Estos entrenadores no tienen
representante, ni contratos firmados, ni nada que les ayude a solucionar la
situación de despido. Tendrán que esperar que algún club les llame, y volver a
la rueda de entrenar por que les gusta a cambio de 90, 100, 120€, mensuales o lo que sea (
en el caso de formación) , por
tres días de trabajo semanales, mas partidos, mas los extras de trabajo
implícito que lleva entrenar un equipo. Y además aguantar las tonterías que se
dan durante una temporada por causas exteriores vinculadas al equipo.
Vaya...”un chollo”.
Pedro Martínez ha sufrido seguramente
una injusticia, y además ahí le va su trabajo, su dedicación, y su sueldo. No
sufro por él, mas alla del aprecio personal que le tengo, Es un grandísimo
entrenador, tiene un gran cartel en la ACB, y seguramente, seguro, estará en
las canchas pronto. De hecho la PROFESIÓN de entrenador va con ello. Son
itinerantes, dependen de los resultados, de los presidentes, etc.
Me preocupan los demás entrenadores que no tienen prensa que pueda explicar su
situación, que aunque estén vinculados a la Asociación de Entrenadores nadie
les defenderá, que no tienen 100mil seguidores de twitter que les den ánimos, y
que son los que levantan los clubes, los que forman jugadores y los que
mantienen la base del baloncesto vivo.
La "profesión" de entrenador cada vez esta menos amparada y protegida y está sujeta a arbitrarias decisiones, que muchas veces no tienen que ver con lo deportivo. Pero tranquilos, a Rey muerto Rey puesto, porque todos quieren ser Rey, y que les aplaudan por las calles mientras van en carroza.
Lo de Pedro Martínez es una injusticia, y
lo que pasa a los demás entrenadores también.
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