"Si dejas de aprender, dejas de enseñar" (Joan González)

2016/03/14

LA IMPORTANCIA DEL PSICÓLOGO DEPORTIVO





“Muchas personas creen que no son buenas ejerciendo su especialidad. Se engañan. Son buenísimas. Solo necesitan aprender a tolerar la presión” (Pep Marí)

Hace dos años cunado estuve ayudando en la concentración de la preselección catalana infantil masculina, tuve la oportunidad de valorar hasta que punto la presión puede afectar en el rendimiento de un jugador. Jugadores que juegan en buenos equipos, que tienen buenos entrenadores se bloquean ante situaciones determinadas. Y digo esto por que recuerdo que los entrenadores de la selección Ferran Peña y Jacob Raurell, me contaban que jugadores muy buenos técnicamente, se ponían la camiseta de la selección, y ante esta responsabilidad, eran incapaces de desarrollar sus argumentos  como jugadores escogido,  entre muchos,  para ser seleccionados.

Como dice Pep Marí, no es que sean malos jugadores o entrenadores,  son buenísimos, pero no saben tolerar esa presión que lleva consigo una determinada responsabilidad. No han aprendido. Si nos fijamos hay grandes deportistas que cuando compiten en ligas menores o torneos determinados, son capaces de sacar todo su rendimiento, pero en la medida que son expuestos a una situación de presión que comporte gran responsabilidad individual, no son capaces de mostrar todos sus cualidades técnicas. En cambio a otros jugadores esta misma presión les favorece y les motiva de tal manera que  son capaces de brillar.

En las etapas de formación deberíamos los entrenadores, y personas externas con influencia en el deportista, a ver en el juego un divertimiento en si mismo. Pero claro,  el juego en si mismo también es capaz de generar respuestas negativas en cada uno y de diferente manera. La autoexigencia, la auto responsabilidad puede generar un exceso de ansiedad. Es evidente que puede haber factores genéticos, pero si estos se combinan con los ambientales i familiares veremos que causa efectos muy negativos sobre el deportista. Frases como: “No puedo defraudar al entrenador”, “Mi padre fue jugador reconocido y quiero llegar a ser como él”. “Me obsesiono con ganar”, “Si no hago canastas, mi padre dice que no se ve la labor como jugador”,y muchas mas frases que habremos oído que condicionan al deportista, que ejercen una presión.

Desde mi punto de vista, el deporte el desarrollo competitivo en el deporte, exige por parte de los entrenadores un tipo de entrenamiento invisible mas allá del técnico-táctico. El entrenamiento mental. ¿Qué quiere decir eso?, Que los entrenadores debemos estar preparados para ejercer una gestión del individuo y del grupo que supone trabajar psicológicamente con los jugadores. Y pienso que muchos no están preparados para ejercer este tipo de entrenamiento mental, que ahora si, es evidente que es imprescindible, para no sólo unos buenos resultados deportivos, sino por el bienestar del jugador/a.

No nos damos cuenta de la gran influencia que tenemos con los deportistas en nuestros entrenamientos, y el no saber distinguir ítems que nos están dando una información de que algo esta sucediendo con este jugador y/o con este grupo.

Hubo una época en que había solo entrenadores específicos del juego, después se incorporaron los Preparadores físicos, por que vimos que necesitábamos específicamente un profesional para poder complementar y adaptar los entrenamientos técnicos con el estado físico del jugador.
Bien, creo que ahora los clubs tiene que hacer un paso adelante y contratar un profesional de  psicología  que oriente a los entrenadores  a trabajar sesiones también mentalmente, adecuándolas a las etapas de competición, a los objetivos individuales y colectivos y a saber percibir e identificar situaciones de vulnerabilidad mental, que pueda sufrir el jugador/a o el grupo.

Las situaciones de estrés, las situaciones de presión, de angustia, etc...que se viven en el equipo, no pueden tratarse con un “vamos, anímate”. Lo siento pero eso no funciona así. Las pautas de un profesional especializado son básicas para no torpedear la sensibilidad del jugador y abordar la problemática con coherencia. De no ser así, el jugador traspasara  esa angustia y esa presión a sus distintos hábitos como los estudios o los relacionales.

Se del escepticismo en incorporar psicólogos deportivos cuando vemos que mayoritariamente equipos profesionales, no tienen esa figura en sus staff técnico, y cuesta creer que no sea así, pero me aventuro a decir que de aquí a un tiempo veremos como esta tendencia cambia, por que el deporte cada vez el aspecto mental, tiene una mayor influencia en el rendimiento del jugador. Los entrenadores ya no mandamos, ni dirigimos...gestionamos, y eso implica muchas facetas diferentes, que han de ser realizadas por otros profesionales.

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