Cuando Ramón Jordana, gran
entrenador femenino de Siglo XXI , en una conversación entre entrenadores, dijo
algo así como: ”Cuando me piden que prepare o haga algo para el baloncesto femenino,
siempre estoy dispuesto, no me puedo negar, y es algo que… no me pasa con el baloncesto
masculino”, no le di mas importancia, pero ahora me ha hecho
reflexionar.
Ramón lleva toda su vida
dedicada al baloncesto, al baloncesto femenino. Es su profesión y también su máxima
vocación. Pero muchos entrenadores, han pasado del masculino al femenino, y del
baloncesto femenino al masculino, estos últimos
quizás menos. La sensación que tengo es que después todos vuelven a su
sitio natural. Quizás es una percepción y perdonadme los que no han seguido
este ciclo.
Espero que Ramón Jordana entienda lo que
voy a contar.
Hace unos años yo tuve este
trasvase del baloncesto masculino al femenino. La verdad es que a nivel de
resultados estuvo bastante bien, pero la percepción como entrenador es que no
hice bien el trabajo. Y no fue culpa de las jugadoras, ni de la directiva,
etc…fue culpa absolutamente mía. Soy consciente de que no estuve bien en la
dirección de equipo y me faltaron “tablas” para afrontar el reto, pensando que
ese baloncesto, se regia por las mismas normas de vestuario y dirección, que el
masculino.
Un año después entrené al EBA
masculino de la misma entidad, la U.E. Mataró, con un gran equipo, y quedamos
primeros en el sector de Catalunya (año 2010). Aunque quiero hacer un inciso y comentar
que el C.B. Santfeliuenc, de la mano del gran entrenador Àlex Teres, nos
eliminaron posteriormente en las fases para subir a LEB.
Después de ganar el campeonato, comunique mi decisión al presidente del club de dejar la entidad y buscar
nuevos retos. Me hubiera gustado entrenar a un equipo femenino. Pero volví al
masculino y mas concretamente al C.B.Gavà, donde experimente grandes sensaciones.
Ahora la vida ha hecho, que
desde diciembre esté entrenando al
Sénior Femenino B del Grup Barna en Barcelona.
Así es que me lo he tomado como
un reto personal. He hecho mucha lectura, he hablado con entrenadores que
llevan equipos femeninos, y creo que pongo argumentos distintos en la dirección
de equipo. El tiempo dirá (no solo los resultados), si realmente he hecho bien
este trabajo.
Pero de algo si estoy seguro. Mi
enriquecimiento como entrenador estos tres meses ha sido enorme. Ha superado
mis expectativas y mis temores iniciales. No quiero hacer ninguna comparación
con el baloncesto masculino, sencillamente por que creo que los parámetros de
ponderación y valoración son distintos , y llevan a equívocos. Pero permitidme
que diga algo, que para mi ha sido esencial en el juicio de valores del
baloncesto femenino. Si tienes un equipo comprometido y sabes atraerlo, mas
allá de la calidad técnica o táctica del grupo, su entrega al trabajo diario es
realmente excepcional. Y si me permiten los equipos masculinos, las jugadoras aguantan
mucho mejor el estrés de cansancio mental que se generan durante la temporada.
Entrenar a un equipo femenino,
me ha servido mucho como entrenador, en el trabajo del aspecto psicológico
hacia las jugadoras individualmente y hacia el grupo que forman. Es un
baloncesto que “engancha”, y que atrae, por que te obliga decididamente a
enfrentarte a tu forma de dirigir que durante años has tenido con el masculino,
y eso tiene un nombre…aprendizaje.
Un entrenador que jugó contra
mi, me dijo, “Joan a ti que te vamos a
enseñar?” “absolutamente todo” le contesté. Tengo 52 años, y una de las
cosas que mas me ha alegrado estos meses, es ver la cantidad de cosas que debía
aprender. Eso te hace sentir activo, te hace ver que siempre hay que estar
evolucionando, y cuando muchos amigos entrenadores, de equipos masculinos me
invitan a dejar el baloncesto femenino,, con frases como: “Joan tu no estas ya
para cambiar”, “No te compliques la vida” “dedícate a lo que ya sabes”…y un sin
fin mas de ellas, me reafirmo todavía mas, en la idea que los entrenadores hemos
de buscar retos distintos, hemos de buscarnos interiormente y sacar todo
nuestro potencial y ser capaces de dar la vuelta al calcetín. De no tener miedo
al fracaso. De no tenenr miedo de lo nuevo....
No se donde me llevará la vida
como entrenador, ni cuales van a ser mis próximos retos, sólo sé que quiero
vivir este presente como un tiempo indispensable en mi formación tanto de
entrenador como a nivel personal. A mi edad y con 27 años entrenando ininterrumidamente, me debo el privilegio del cambio.
Si...entreno un equipo femenino!!
“Siguiendo a la
pelota naranja”
Gran reflexión y me alegro que, siendo un entrenador que ha dirigido masculinos al mas alto nivel, des ese enfoque al baloncesto femenino, al cual he dedicado varios años, y del cual aun tengo mucho que aprender y mejorar.
ResponEliminaNo me gusta escuchar a entrenadores cuando menosprecian el baloncesto femenino sin realmente haber participado de una forma abierta, activa y enriquecedora en el, pues, aun faltandome la experiencia de dirigir masculinos, es un baloncesto lleno de valores.
No es mejor o peor, quizas si diferente pero enriquecedores ambos.
Un abrazo Joan,
Y os deseo mucha suerte y mucho ánimo en esta recta final para que el pescado llegue a buen puerto capitan,
Oscar
Gracies Oscar. Un abrazo amigo
ResponEliminaTengo 30 años, entrenandor desde los 17 y categorías desde prebenjamines hasta senior (todo siempre en zonal), en todas las categorías estuve en equios masculinos y femeninos. Los equipos femeninos siempre me han gustado más y me han enriquecido muchísimo como entrenador y como persona. En mi experiencia encontré un baloncesto mucho más técnico y táctico que el masculino.
ResponEliminaPuedo entrenar 1, 2 ó 3 equipos en una misma temporada, pero no podría estar sin que uno de ellos fuera un equipo femenino
Muchas gracias David por tu opinion
EliminaUau! Sin palabras! Como jugadora y entrenadora, digo que siempre he estado escuchando por parte de compañeros que el baloncesto femenino no es baloncesto, que el baloncesto de verdad es el masculino. Después de leer esto, solo te entran más ganas de demostrar que el femenino también lo es!
ResponEliminaDa un gran apoyo. Muy buena reflexión. Gracias!
Muchas gracias por tu aportacion
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