Los entrenadores hemos de agradecer que
haya directivos en los clubs amateurs, dejando tantas horas y tanta dedicación
para que un club pueda funcionar, para que un club pueda dar baloncesto a 15,
20 o 25 equipos, es decir 180, 240 o 300 jugadores o mas.
He tenido la suerte de conocer grandes
directivos. Yo diría que en mi trayectoria deportiva me han sorprendido la
mayoría de ellos, por la cantidad de horas que dedican, por su saber hacer,
etc... También he conocido el lado oscuro, pero era evidente que después de 27
años entrenando, no podía pretender encontrar en todos la misma honestidad.
También eso pasa con los entrenadores.
Dicho esto, desde mi punto de vista se
me abren muchos interrogantes. Hay clubs donde hay presidentes que tienen una
capacidad increíble para gestionar todos los frentes y otros que necesitan
mucho soporte, pero que el resultado acaba siendo el mismo. Por ejemplo, el Sr.
Joan Ventura que preside la UE Mataró, o en mi epoca el Sr. Mogas del Ripollet,
aún teniendo soporte de su junta, ellosl gestionan buena parte de muchas de las
cosas del club. Para mi como entrenador ellos eran un referente único y
siempre los tenia cuando los necesitaba, y resolvían los problemas cotidianos
con rapidez y eficacia. Otro clubs que he conocido con una gran estructura, es
cierto que estas facetas las tenían divididas y bien delimitadas, y
estructuralmente eran muy atrayentes (da gusto ver juntas tan bien ordenadas,
con capacidad de gestión, etc...) pero era o ha sido mas difícil una
intercomunicación fluida.
No me atrevo a decir cual es la mejor.
Si, muchos de nosotros preferimos la segunda opción. Aquellos clubs que tienen
todo muy bien estructurado y delimitado, pero esto incluye que muchas veces las
responsabilidades se diluyen.
La primera opción mas presidencial (aún
reconociendo que hay mucha gente que ayuda), tiene un riesgo evidente, como es
la dependencia relacional con esta
persona, pero a cambio como es el único interlocutor es más fácil resolver
situaciones mas cotidianas.
Lo que si que tengo claro, es que
realmente funcionan aquellas relaciones donde el entrenador trabaja en la
cancha y los directivos fuera de ella. Me explico. Cuando los problemas de
cancha no traspasan a los directivos o presidente, y los problemas de gestión no pasan al entrenador (ropa,
delegados, fichas, material, etc...), la relación es excelente. Cuando los
directivos cuestionan aspectos deportivos, o los entrenadores tienen que
encargarse de situaciones de gestión, las relaciones se deterioran.
Esta es mi experiencia, Al fin y al
cabo des de el punto de vista de entrenador, lo ideal es que te dejen trabajar
y no gastes energías, en aspectos externos a tu entrenamiento o gestión de
grupo de jugadores.
Quiero decirles algo, el placer mas
grande como entrenador los he tenido con presidentes de Mataró, Ripollet y
Gavá. No porque trabajen mas o menos que otros, (que para mi han sido y son clubs con gran capacidad de
trabajo) sino por que era un placer tener un espacio a la semana, sentarse con
tranquilidad en una mesa y hablar distendidamente del equipo, del club, de las
cosas que tu crees que pueden mejorar y sobretodo hablar desde la sinceridad y
el respeto.
Estas conversaciones me han generado
mas riqueza como entrenador, que no aquellas donde tienes que usar mil teléfonos y tiempo, para averiguar quien lleva el tema, quien
gestiona esta situación, y quien la resuelve!!!! Que al fin y al cabo es lo
importante.
Hay una anécdota de las muchas que
tengo como entrenador con directivos, y espero que me perdonen los demás clubs,
porque he de decir que he tenido mucha suerte. Incluso puedo decir que aunque
me despidiesen en Gavà yendo segundo, el año pasado, la junta y la estructura
del club es excepcional.
En “ La Gabia” de Mataró, recuerdo una
reunión con Joan Ventura presidente de la entidad. Es una biblioteca antigua,
sencilla, pero con mucha historia detrás. Él quizás no la recuerda, pero
me unió a él afectivamente para
siempre. Empezamos con baloncesto, y no estábamos en un buen momento deportivo.
Él estaba sereno y me transmitió tranquilidad y acabamos hablando de una
enfermedad que tuvo y como gestiono el club incluso en estas condiciones.
Yo pensé, como una persona era capaz,
de seguir incluso en estas condiciones, pero ahí me di cuenta de que su ilusión
por el club, era la misma que la mía por el equipo. Lo que define a las
personas es la ilusión que ponen en las cosas que hacen. Pero sobre todo
resolver problemas. Con mas o con menos
estructura, pero resolviendo situaciones para que todo funcione mejor.
Tengo la sensación de que en la
relación de directivos y entrenadores hoy en día, hay demasiadas definiciones logísticas, demasiados Power Points,
demasiados correos electrònicos y WhatsApps, y lestructura compleja, y todo es
mas fácil... viéndose, conversar y resolver. Los directivos y entrenadores han
de estar cerca y con accesibilidad. Si tu relación con el presidente o con los
directivos no es presencial, será difícil que encontremos lo que siempre hemos
querido, que a través del baloncesto, nos aporte un satélite de valores
que mediante la relación deportiva,
seremos capaces de encontrar.
Al fin y al cabo en los clubs amateurs
los valores que pregonamos a los jugadores son estos no???
Muy bien Joan
ResponEliminaGracias maestro Miguelito
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